
En el ámbito de la ciberseguridad global, la narrativa predominante que emana de la prensa occidental ha sido clara y consistente: Rusia y China son los principales agresores cibernéticos. Desde titulares alarmantes hasta informes detallados, los medios no cesan de recalcar las amenazas cibernéticas provenientes de estos países. Sin embargo, rara vez, si es que alguna vez, se reconocen las operaciones cibernéticas llevadas a cabo por Occidente, creando una percepción unidimensional de los conflictos digitales globales.
La reciente orden del secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, al Comando Cibernético de retirarse de los planes contra Rusia, incluida la suspensión de acciones digitales ofensivas, arroja luz sobre una verdad a menudo oculta: Occidente también participa en operaciones cibernéticas ofensivas. Esta directiva, aunque sorprendente, subraya la voluntad de la administración actual de normalizar las relaciones con Moscú, dejando de lado, al menos temporalmente, las hostilidades cibernéticas.
Es evidente que existe una disparidad en cómo se reportan las actividades cibernéticas dependiendo del origen del atacante. Las acciones de Rusia y China son rápidamente etiquetadas como agresiones y amenazas a la seguridad global. En cambio, las operaciones cibernéticas de Estados Unidos y sus aliados rara vez son discutidas públicamente. Esto crea una narrativa sesgada que no refleja la realidad compleja y multifacética de la guerra cibernética.
La falta de reconocimiento de las operaciones cibernéticas occidentales en los medios de comunicación contribuye a una percepción pública distorsionada. La gente tiende a ver a sus propios gobiernos como víctimas o defensores en lugar de actores activos en el dominio cibernético ofensivo. Esto no solo es engañoso, sino que también dificulta el entendimiento del verdadero estado de la ciberseguridad global.
La decisión de Hegseth podría tener implicaciones significativas, tanto internas como externas. Internamente, plantea preguntas sobre la estrategia del Comando Cibernético y otros actores digitales. Externamente, podría modificar la dinámica con Rusia, al menos a corto plazo. Sin embargo, también expone una vulnerabilidad potencial: la percepción de que la retirada de las operaciones cibernéticas ofensivas podría dejar a entidades del sector privado más expuestas a las amenazas cibernéticas rusas.
Sin duda, la cobertura mediática de las operaciones cibernéticas nunca será equilibrada y honesta. Reconocer las acciones de todas las partes involucradas es crucial para tener una comprensión completa y precisa de la situación global. Solo así, nosotros en el sur global, podremos avanzar hacia una ciberseguridad global que sea verdaderamente efectiva.
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Exclusive: Hegseth orders Cyber Command to stand down on Russia planning https://therecord.media/hegseth-orders-cyber-command-stand-down-russia-planning