De un paso adelante en la protección de datos personales

El 13 de diciembre de 2024, se promulgó la Ley N°21.719 en Chile, una normativa que marca un hito en la protección y tratamiento de datos personales. Esta ley, que entrará en vigencia el 1 de diciembre de 2026, introduce importantes modificaciones a la Ley N°19.628 sobre Protección de la Vida Privada y crea la Agencia de Protección de Datos Personales.

Nueva Ley N°21.719 desafíos de su implementación

La Ley N°21.719 tiene como objetivo principal regular la forma y condiciones en las que se efectúa el tratamiento y protección de los datos personales de las personas naturales. Entre las modificaciones más destacadas se encuentran:

Cambio de Enfoque: La ley sustituye la frase “LA VIDA PRIVADA” por “LOS DATOS PERSONALES” en su título, reflejando un enfoque más específico en la protección de datos.

Se establece que todo tratamiento de datos personales, ya sea realizado por personas naturales, jurídicas o incluso órganos públicos, debe respetar los derechos y libertades de las personas.

La ley se aplicará al tratamiento de datos personales realizado bajo diversas circunstancias, incluyendo cuando el responsable o mandatario estén establecidos en el territorio nacional, o cuando las operaciones de tratamiento estén destinadas a ofrecer bienes o servicios a titulares en Chile.

La implementación de esta Ley representa un desafío y una oportunidad para todos los sectores. Las empresas deberán adaptar sus políticas y procedimientos para cumplir con los nuevos requisitos legales, lo que incluye la adopción de medidas técnicas y organizativas adecuadas para proteger los datos sensibles.

Para iniciar un proyecto de cumplimiento, es fundamental comenzar con una evaluación detallada de los requisitos legales y reglamentarios aplicables. Esto implica revisar la legislación y las normativas correspondientes, y comprender cómo se aplican a tu organización.
A continuación, se deben identificar las áreas de riesgo y las posibles brechas de cumplimiento dentro de la empresa, identificando sistemas, datos y procesos en el alcance, un GAP análisis es fundamental.
Establecer un responsable de cumplimiento dedicado, apoyado por expertos en la materia y representantes de diferentes departamentos, para asegurar una implementación integral.
Finalmente, se debe desarrollar un plan de acción que incluya políticas, procedimientos y controles específicos, además de un programa de capacitación continuo para el personal, para garantizar que todos estén al tanto de sus responsabilidades y las mejores prácticas de cumplimiento.

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